Volatilidad

No sé porqué este día, que aparentemente era perfecto, fue TAN malo.
Empezó extrañamente muy bien, considerando lo mal que me había sentido el día anterior, yo estaba realmente de buen humor (lo que nunca es bueno, porque ando apestosa).

No sé qué pasó, en el partido me empecé por poner MUY nerviosa, sin razón alguna, estaba jugando en la liga que a mí me gusta, con el equipo en que me siento bien, pero algo se desestabilizó en mi ánimo, me hizo perder MUCHÍSIMOS puntos, hasta llegar a destrozar mi felicidad y mi equilibrio.

No estoy acostumbrada a ponerme TAN nerviosa (aunque sí me pongo nerviosa), ni a esconder el nerviosismo con una felicidad sobreactuada (cosa que, más que ayudarme a subir el ánimo, me deprime aún más).
Creo que desde hace mucho que no jugaba TAN mal, pero lo que es peor, hace mucho que estoy con estos aires cambiantes, un momento estoy muy feliz, al siguiente me estoy muriendo de tristeza o nerviosismo, luego paso a estar enojada, y así sucesivamente.

En este momento siento entre una gran decepción, un enojo inmenso, combinado con rabia y dolor de cabeza, una sensación extraña que no es muy agradable.

No soporto tener un ánimo TAN cambiante, como dice Carlota NECESITO urgentemente una conversación con Aristóteles, necesito que me enseñen a tener un término medio, un estado equilibrado entre la felicidad extrema y la tristeza desmedida, un estado de pasividad quizás, no me gusta ser pasiva, pero si es la única manera de no tener estas emociones tan extremas estoy dispuesta a asumir la pasividad y sentirme un poco más vacía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola, pasaba por aqui y lei tu post.. quizas podrias acercarte a un grupo espiritual.. si eres catolica a dios tambien eso te ayudara a no sentirte vacia y quizas hasta cambiar tu forma de mirar.. suerte