15 años

Escribo para que no me digan que no actualizo mi blog.
Hace bastante que estoy desinspirada, veamos que resulta de mi desinspiración..



Era una mañana aparentemente como muchas otras, toda la familia se había despertado temprano, como en cada cumpleaños de cada miembro de esta. Era el cumpleaños número 15 de Isabel, la más pequeña. Los catorce hermanos de Isabel estaban casados, ella ya tenía una veintena de sobrinos.
Como todo "concho" siempre había sido la niña mimada, era la número quince en su quinceavo cumpleaños, como podrán observar el número de esta familia siempre ha sido el quince.Toda la familia había alojado en la mansión Anderstone para estar con ella por la mañana, luego todos se irían a sus respectivos trabajos y hogares.

Los Anderstone eran una familia de lo más normal, a pesar de ser una familia reconocida por su riqueza y prestigio. Todos los niños de la familia sobresalían en inteligencia y carisma, en solidaridad y simpleza, en fin eran lo que se llama una familia perfecta, todos eran de este modo menos Isabel, ella era la única que no comprendía la importancia de todo esto, no comprendía, o no quería comprender, la importancia de ser reconocida, de tener prestigio, de ser amable incluso con quien te odiara, de ser un genio para las matemáticas, ciencias , lenguas, saber dominar perfectamente al menos quince idiomas.

Mis padres no estaban decepcionados conmigo, más bien esperaban que yo tuviera "algo" especial, algo que sólo se daba una vez cada quince generaciones, en un solo miembro de la familia, que no tenía las características del resto. Ellos esperaban ansiosos la llegada de "La Carta", su esperanza estaba puesta en ella.

Y llegó la famosa carta, tocaron la puerta, un pequeño hombre miraba expectante. Lo primero que dijo fue: "Eres igual a tu tataratataratataratataratatarabisabuela, los mismos ojos verde esmeralda, el mismo pelo chocolate, la misma boca rosada, la mismísima altura, agradecido estoy de vuestra compañía.", debo aclarar que yo no entendía absolutamente nada, nadie me había hablado de lo especial de este cumpleaños.

Mis padres hicieron pasar a el extraño individuo. Este les habló en privado de cómo sería mi educación de ahí en adelante, porque claro está que lo "especial" que yo era me impedía vivir con mi familia. Creo que luego mencionó que tendría que empacar absolutamente todas mis cosas para "desinfectarlas", así serían llevadas a mi nuevo hogar.

Mis padres me explicaron la historia y me ayudaron a empacar mis cosas, yo no quería separarme de ellos, toda mi familia lloraba, nadie quería dejar de ver a "La Pulguita". Abracé fuertemente a mis hermanos, a mis sobrinos y por último a mis padres. Ya eran las 8 am, yo tenía un viaje por delante y al parecer este era muy largo. llevé todas mis cosas a la puerta, si no mal recuerdo fueron cincuenta cajas repletas, tres jaulas de viaje (una con Airis, mi perro, otra con Ferr, mi boa, y la tercera con Raam, otro perro), diez maletas familiares para viajar, cinco coolers llenos de mis golosinas preferidas (la fruta del árbol Miarrs) y varios bolsos más.

Lo primero que me pareció extraño fue que el pequeño individuo no había traído ningún camión para llevar mis cosas, ni para llevarme a mí. Lo segundo que comprobó que el viaje no iba a ser normal fue que Marcos (nuestro extraño visitante) hizo desaparecer todo mi equipaje. Él me dio la mano y me llevó corriendo (una de mis actividades preferidas) hasta una cabaña abandonada que se encontraba a diez kilómetros de mi casa, estaba exhausta, siempre se me había dado bien el correr, tenía todas las marcas del colegio, pero nunca había estado corriendo al máximo de mis capacidades en tan grande distancia.

Marcos sacó una antigua llave, debe haber tenido por lo menos dos mil años. Nos introducimos en cabaña, ya no me parecía tan descuidada y vieja, había un toque mágico en ella. Sólo cuando se cerró la puerta me dijo unas palabras:
- Te están esperando, te llevarán a la otra dimensión, tus cosas te esperan. Por cierto eres la quinceava maga de la familia Anderstone, por ende tienes un poder mayor a las otras. Te encontrarás con muchos niños magos, pero no solo hay magos, ten cuidado con los hechiceros, aparentemente no hay diferencia entre ellos, pero son peligrosos. Buena suerte Isaa-

Me empujó por una puerta de roble macizo. entre en una habitación pequeña, llena de personas, en lo que parecía ser un consejo. Al parecer se alegraron de verme, me dijeron "Bien venida pequeña, por fin llegaste a casa, te esperábamos".

Un chico me llevó a mi habitación, al parecer la compartía con él, era muy parecido a un departamento, tenía dos habitaciones (una para mí y otra para Kay Diermissen), un baño enorme, una pequeña entrada, una cocina pequeña y una salita-escritorio. Mis cosas ya estaban ordenadas en mi habitación. Me enamoré perdídamente de Kay en cuanto lo vi, sus ojos claros, su pelo despeinado, su sonrisa, y por último su infinita amabilidad. Me ayudó mucho a adaptarme, me dieron una semana para ello. En esa semana lo pasé de lo lindo, quedé maravillada con los edificios que había en este nuevo mundo, si así se le podía llamar.

Al poco tiempo me acostumbré totalmente, Kay también me había demostrado su amor, pero me daba miedo pensar en alguna relación más allá de amigos, yo nunca había pololeado, y nunca le había demostrado a alguien mis sentimientos.

Empezaron las clases, me senté al lado de una niña, Nilaa, ella era una ninfa, al menos eso dijo ella, había llegado hace una semana, como yo. Empezamos con juegos y terminamos en un examen, así fueron todas las clases de ese día y de los que siguieron, juegos, luego examen. En muy poco tiempo noté que podía controlar algunas cosas sólo con el pensamiento, que podía cambiar de forma, todos podían cambiar a una forma específica, la mía era un águila y que podía leer el pensamiento de los animales y hablarles.

Al cabo de diez años Kay se tuvo que ir, ya había terminado su estudio, tenía veintiséis años, a mí me quedaba medio año antes de poder salir, lo aproveché para dar a conocer nuestra "casa" así se llamaba la dimensión en la que nos encontrábamos, Casa, nadie sabía porqué, sólo que quien estuviera ahí siempre sería parte de este lugar y se le recordaría como una familia recuerda a un pariente, a los nuevos alumnos que iban llegando.

Kay y yo nos casamos a penas salí de Casa, mi familia estaba muy orgullosa, mis hermanos lloraban cuando me vieron tan crecida, mis sobrinos se alegraron mucho de verme, aunque algunos eran tan pequeños que no sabían quien era, porque yo no me habían visto jamás. Ese mismo años quedé embarazada, eran trillizos, el trío Diermissen, Ritter, Roderick y Ula.
Ahora les estoy cantando canciones de cuna, mis niños no quieren dormir, creo que cuando duerma talvés pueda descansar un poco, quizas, si Kay no me necesita para algo, él siempre me necesita.
-Isaa, te necesito-
-Voy enseguida Kaa, deja que se duerman los niños con mi historia, luego iré a lo que necesites.-



No pongo fotos porque de por sí me salió MUY largo. Si puedo escribir así cuando no tengo inspiración espero nuca tenerla, porque no sé cuantos años tendría que pasar escribiendo para termiran algo.
saludos a todos los que se dignen a llegar tan lejos en esta lectura.

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